El Crudo Invierno

Hoy es un día de invierno de manual, la calefacción se ha estropeado, el coche no me ha arrancado esta mañana y mi ex no me contesta a los sms melancólicos, recordándole que hace un año estábamos esquiando, ¡je! menuda capulla..... y yo que la tenia idealizada.....

Ese es mi gran problema, que idealizo a la gente y luego me llevo palos, creo que tengo que poner los pies en el suelo.
Nada como un día chungo en el trabajo para que se te quite de golpe el idealismo.

Hoy ha echo mucho frío, creo que mi capacidad de idealizar la vida se ha quedado congelada, es como si el invierno nos hubiera cogido a todos por sorpresa.
Es un frío intenso que se te mete por todas partes, es un frío que no se quita con mantas, ni con estufas, ni con una potente calefacción, un frío que te sacude por dentro y te descoloca, un frío que no te deja conciliar el sueño.

En este trabajo tenemos que estar preparados para todo, es como un juego de contrastes, tienes momentos de paz y ternura, tienes momentos incómodos en los que hay que digerir un buen chasco. Sí! el día a día en el hospital te da sorpresas, pero no todas las sorpresas son necesariamente malas.

Los ratos de sol en invierno duran muy poco, yo pensando en divertirme en la fiesta, mientras un niño perdía todo el sodio de su cuerpo y se moría por edema cerebral.
A la misma hora nacía un niño muy deseado, pesaba muy poco, pero estaba entero y le funcionaba todo perfectamente.

Le gente dice que tengo que ser mas realista y quitarme de encima la inocencia, pero yo creo que necesitamos tener idealizado el trabajo y también a la gente.
Si os digo la verdad, a mi la vida realista no me gusta mucho prefiero mil veces mi vida idealizada.

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